Somos animales sociales. Somos atraídos a otros, grupos y reuniones como mosquitos a una lámpara. Tenemos una necesidad innata de conectarnos, compartir y ser aceptados. Enrollado en lo profundo de nuestro genoma vive la predilección para estar en comunión con otros como nosotros. Queremos dar, recibir y compartir. Somos impulsados a socializar, como si nuestras vidas dependieran de ello, porque de hecho, alguna vez nuestra vida dependió de ello.
Todas las necesidades y comportamientos humanos se pueden reducir a dos denominadores comunes fundamentales: la supervivencia y la reproducción.
Al día de hoy la actividad de comunicarse puede que todavía lleve motivos de reproducción, pero históricamente hablando la comunicación era un elemento de vida o muerte.
Nos hemos mudado fuera de las aldeas a las ciudades y a los suburbios. Y nos sentimos en una multitud, pero solos. La tecnología nos ha permitido estar “conectados” al precio de estar desconectados, estamos más ocupados cada día y tomamos decisiones basados en escasez no en prioridad.
Las deficiencias crean estrés, el estrés crea adaptación, después fatiga y por último falla.
Debemos buscar oportunidades para llenar nuestras necesidades innatas y llenarlas deliberadamente. En nuestras vidas modernas y mecanizadas debemos hacernos peligrosamente independientes. Y si, ahora podemos conseguir prácticamente todo lo necesario para sobrevivir, pero ¿para progresar?
Al precio de suficiencia ahora buscamos eficiencia, esto nos lleva a deficiencias que deben ser reconciliadas.
Personas saludables pasan tiempo con otras personas saludables, una buena forma de hacer esto es buscar personas con formas de pensar parecidas, gente que aporte. Agenda tiempo para los amigos, salir de noche y paseos con los niños, café con el cónyuge. Agenda estos tiempos en tu horario semanal y hazlos parte de tu cultura.
El trabajo y otras tareas y responsabilidades consumirán tu día y llenarán cada espacio en tu agenda si no tienes cuidado, justo como con el dinero, hay una frágil economía de tiempo que debes dominar antes de que te domine a ti.
En la intención de la felicidad, salud y bienestar debemos escoger alimentar nuestras desconectadas vidas, tanto como un multivitamínico llena los huecos nutricionales de nuestras dietas o nuestra caminadora suplementa nuestra sedentaria existencia, nuestras vidas sociales debe proveer los elementos esenciales faltantes de nuestra vida fuera de la aldea.
Así que debes conectarte, te sorprenderás de cuanto puedes recibir cuando das, amas y compartes.
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Es importante consultar previamente a su médico.
Responsable Sanitario Víctor Manuel Sañudo Diez Cédula Prof.2609010
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